Dale Boca
Anoche me desperté con la mandíbula trabada. Básicamente en el lugar donde debiera estar la muela de juicio inferior derecha, había una inflamación importante que chocaba contra mi muela de juicio superior derecha. Era como poner una topetina en la bisagra de una puerta. Sencillamente no cerraba.
Resignado, acepté el hecho que nunca iba a cerrar y comencé a imaginar cómo debe ser la vida de un eterno boquiabierto, qué rol social podía cumplir, etc. Empecé por el costado amigable, alguien con la boca abierta permanentemente puede pasar como el tipo más risueño de la tierra, solo le basta con repetir un monótono ruido jajaja, entrecerrar los ojos, y listo. Sin embargo este hecho le secará tarde o temprano la garganta y empezará a sufrir por continuar con su papel. Ahora, si le eliminamos un poco la risa, se puede disfrazar de una constante sorpresa, lo que lo convertiría, al menos para los ojos de los demás, en alguien totalmente interesante, ya que nadie mejor para contarle cosas que quien se asombra de cada palabra.
Más allá de lo que iba a deparar el mundo con mi nueva fisionomía, tuve que pensar cómo iba a hacer para alimentarme. No me iba a resignar a estar a sopa para siempre, incluso el método de ingesta de esta me iba a terminar complicando puesto que la inflamación avanzaba e iba a alcanzar el punto de hasta separar mis labios permanentemente. Así que me puse a pensar en extensiones dentales. Si las existe para el pelo, que les impide inventar una de estas. Realmente iba a ser algo no demasiado estético por lo que tambien tendría que, a la larga, extenderme los labios, unas micropesas en este caso irían bien, un tratamiento largo pero efectivo. La última pero tentadora opción, fue la de buscar unas guillotinas, pero no las del tipo francés sino como las que atravesaba el personaje del Prince of Persia en el tan afamado jueguito.
En fin... lo más probable es que vuelva a ser aquél que prefiere mantener su boca cerrada por miedo a algo que todavía no puede explicar.
PD= dedicado al grandísimo Rodo en su vigésimo tercer cumpleaños.
Resignado, acepté el hecho que nunca iba a cerrar y comencé a imaginar cómo debe ser la vida de un eterno boquiabierto, qué rol social podía cumplir, etc. Empecé por el costado amigable, alguien con la boca abierta permanentemente puede pasar como el tipo más risueño de la tierra, solo le basta con repetir un monótono ruido jajaja, entrecerrar los ojos, y listo. Sin embargo este hecho le secará tarde o temprano la garganta y empezará a sufrir por continuar con su papel. Ahora, si le eliminamos un poco la risa, se puede disfrazar de una constante sorpresa, lo que lo convertiría, al menos para los ojos de los demás, en alguien totalmente interesante, ya que nadie mejor para contarle cosas que quien se asombra de cada palabra.
Más allá de lo que iba a deparar el mundo con mi nueva fisionomía, tuve que pensar cómo iba a hacer para alimentarme. No me iba a resignar a estar a sopa para siempre, incluso el método de ingesta de esta me iba a terminar complicando puesto que la inflamación avanzaba e iba a alcanzar el punto de hasta separar mis labios permanentemente. Así que me puse a pensar en extensiones dentales. Si las existe para el pelo, que les impide inventar una de estas. Realmente iba a ser algo no demasiado estético por lo que tambien tendría que, a la larga, extenderme los labios, unas micropesas en este caso irían bien, un tratamiento largo pero efectivo. La última pero tentadora opción, fue la de buscar unas guillotinas, pero no las del tipo francés sino como las que atravesaba el personaje del Prince of Persia en el tan afamado jueguito.
En fin... lo más probable es que vuelva a ser aquél que prefiere mantener su boca cerrada por miedo a algo que todavía no puede explicar.
PD= dedicado al grandísimo Rodo en su vigésimo tercer cumpleaños.
posted by diega at
7:51 a. m.
2 Comments:
Se me ocurre alguien que iba a decir algo pero ya no se acuerda... si cierra un poco los ojos que esta constantemente por estornudar... si levanta una mano que le parecio ver a alguien conocido pero que no era...
Como sea... Saludos y gracias!!
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Anónimo, at 12:22 a. m.
Lo qué?
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Vigésimo Otoño, at 2:33 a. m.
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